Tal y como nos hicieron, esta absurda y esclava dualidad propia del ser humano nos ofrece sólo dos escapes, dos caminos. Como los árboles.
Con la copa hacia arriba, en vertical, dirección al cielo, cuando la pasión del intelecto se acerca a la mirada de los dioses.
...
Como raíces hacia abajo, horizontales, en sinuoso movimiento, cuando el rapto de la naturaleza nos reconcilia con la tierra y une el cuerpo al placer de la carne.
Todos sabemos que entre uno y otro camino existen puentes, besos, momentánea gloria donde a la vez somos limitados, efímeros, eternos e infinitos, participando del banquete de ambos goces.
Esa es la explicación evidente a todas las metáforas. El porqué puedes ser un jazmín cuajado de estrellas blancas que caen como lluvia, un jardín de peonías silvestres en un claro de bosque o verde rama de manzanas colgantes listas para degustar. "
Pilar de César
Todos sabemos que entre uno y otro camino existen puentes, besos, momentánea gloria donde a la vez somos limitados, efímeros, eternos e infinitos, participando del banquete de ambos goces.
Esa es la explicación evidente a todas las metáforas. El porqué puedes ser un jazmín cuajado de estrellas blancas que caen como lluvia, un jardín de peonías silvestres en un claro de bosque o verde rama de manzanas colgantes listas para degustar. "
Pilar de César
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