pececitos de almas

En la mitología griega los dos peces representan a Afrodita y a su hijo Eros, que para huir del gigante Tifón saltaron a un riachuelo convirtiéndose en peces. Se dice que para no perderse en las profundidades acuáticas se ataron las colas con una cuerda. La constelación muestra el largo cordón compartido por ellos. Alrisha (en árabe, cuerda), la estrella que representa el nudo, es la más visible de la constelación.

domingo, 28 de diciembre de 2014

cambio de medio


“Como un maldito nervio
que azota sus alas
con látigo de desazón
y sueños rotos,

aviva y duele
el tifón huracanado
de la ira y el despecho.

Es una trampa su atmósfera
que en giros, vueltas y caídas
marean el ánimo y las fuerzas.

Me desplomé del cielo
con el martillazo en seco
del dios de mis tormentas.

No despierto.

Jamás he consentido
que nadie me despierte.

Sólo me sumerjo
y cambio de medio,
pero sigo con los ojos
muy cerrados.

Y sepultada en el mar
ya no saldré a la superficie.


Quieta,
debajo de las olas,
en las arenas silentes
que reposan el océano
en su fondo dormido,

donde los cofres
no pueden abrirse
y se reserva el vino
para mejor ocasión,

donde suave llega el sol
a través de los cristales,
de muy lejos,
y la lluvia es el amor
de una canción de cuna,

donde el viento
no puede desatarse
y yace la corriente,


donde el fuego no arderá
y la palabra se escucha
dulcísima en el eco.

Vuelvo al lugar donde empiezo,
al amniótico fluir de la calma,
al útero de paz,

con el cordón umbilical
de tu contacto.

Ahora sé que todo existió
sólo para no perdernos,

que nuestros peces son
el alimento de estas almas,
y que si estamos aquí
ya es suficiente."

 

Pilar de César

 

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